La selección argentina contó con brillo del crack para buscar la plaza en el Mundial
Argentina no venció a Ecuador en la altitud de 2.850 metros de Quito desde hace 16 años, Sampaoli aún no había triunfado al mando de la Albiceleste en partidos oficiales y Lionel Messi sólo había balanceado las redes en Buenos Aires en esas Eliminatorias Sudamericanas para la Copa del Mundo de 2018. El escenario era totalmente adverso en el estadio Olímpico Atahualpa, pero cuando se tiene uno de los mayores atletas de la historia del deporte, un jugador elegido cinco veces el mejor del mundo, líder de escuadrones que marcaron época, nada parece ser imposible dentro de las cuatro líneas. En la noche del martes, el genio argentino rompió todos los ayunos, llamó la responsabilidad y, prácticamente solo, colocó a Argentina en el Mundial de Rusia con tres goles en la victoria por 3 a 1 de Argentina sobre los ecuatorianos, que asistirán a la Copa Mundial sólo por la televisión.
Y como una buena película de drama argentino, la situación, que ya era complicada antes de que la pelota rodara a los visitantes, se convirtió en pura tensión con el gol de Romario Ibarra luego a los 40 segundos de juego. La figura de Mascherano al darse cuenta de que la jugada era legal demuestra una preocupación anormal entre los jugadores.
Pero, ni siquiera toda esa situación transformó a Ecuador en una gran selección. La fragilidad y los espacios, principalmente por la derecha de la defensa, eran notorios. Y todos los argentinos parecían golpeados en el campo, Messi, por otro lado, colocó la pelota en el suelo y llamó la responsabilidad.
En primer lugar, el craque del Barcelona tabuló con Di Maria por la punta izquierda, y fue frío frente a Banguera, con un leve toque por debajo de las piernas del arquero. Todo igual y pelota debajo del brazo. Todavía había prisa.
No tardó, sin embargo, y Messi de nuevo resolvió. Darío Aimar se asustó y falló delante de la camisa 10, en la entrada de su área. Entonces se hizo fácil, una patada certera en lo alto y el giro estaba consolidada.
Vino el segundo tiempo y Argentina, que ya no venía jugando un gran fútbol, con la excepción de su capitán, empeoró aún más. Ecuador se animó y partió hacia arriba, mucho en el embate de sus hinchas, que querían tener el placer de complicar a los adversarios, ya que no tenían más posibilidades de buscar una plaza en la Copa.
De nuevo todo en vano. Argentina puede vivir una crisis histórica, pero Messi está ajeno a todo eso. En un contraataque mortal, el crack limpió sus marcadores, no tocó a los compañeros libres y concluyó, incluso apretado, por cobertura de Banguera. Un golazo, su tercero, el tercero de Argentina, el de la victoria, el gol de la clasificación para la Copa del Mundo de Rusia.
Después de tres vicios seguidos en los últimos tres años (dos Copas Américas y un Mundial), una jubilación revertida de Messi, a los trancos y barrancos, Argentina logró evitar el fiasco de 1969, cuando se vio fuera de una Copa por última vez, y encontrar fuerzas para conquistar su vacante directo en la tercera colocación de las Eliminatorias Sudamericanas, con 28 puntos. Al Ecuador, que llegó a liderar la competición, restó la octava posición, con 20 puntos.
ECUADOR 1 x 3 ARGENTINA
Ecuador
Máximo Banguera, Pablo Velasco, Robert Arboleda, Darío Aimar y Cristian Ramírez; Orejuela, José Cevallos (Valencia), Jefferson Intriago (Uchuari), Romario Ibarra e Ibarra y Anderson Ordoñez (carretera)
Entrenador: Jorge Célico
Argentina
Sergio Romero, Gabriel Mercado, Nicolás Otamendi y Javier Mascherano; Eduardo Salvio (Fazio), Lucas Biglia, Enzo Pérez y Marcos Acuña; Lionel Messi, Angel Di Maria (paredes) y Darío Benedetto (Icardi)
Técnica Jorge Sampaoli
Objetivos : Lionel Messi, a las 11 y 19 minutos de 1T y 2T a 16 minutos. (Argentina); Romario Ibarra después de 40 segundos de Q1 (Ecuador)
Tarjetas amarillas : Cevallos (Ecuador); Acuña, Biglia (Argentina)
Ubicación: Estadio Olímpico Atahualpa en Quito (Ecuador)
Fecha : 10 Octubre 2017 (martes)
Hora : 20:30 (GMT)
Árbitro : Anderson Darronco (Brasil)
Asistentes : Alessandro Rocha (Brasil) y Fabrício Vilarinho (Brasil)
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